El Aeropuerto de Barranquilla debe su nombre a Ernesto Cortissoz, un judío sefardita nacido en Barranquilla en 1884, gran empresario y visionario, quien un 5 de diciembre de 1919 fundó la empresa SCADTA – Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos – con tres socios de Alemania y cinco de Colombia, con un capital de 100 pesos oro y dos hidroaviones Junker de metal que habían quedado de remanente de la primera guerra mundial.
En el año 1939 la compañía SCADTA se transformó en Avianca. Y hoy, Ernesto Cortissoz es el nombre de un aeropuerto que avanza y se transforma.